La gestión del actual presidente de la república, Enrique Peña Nieto, ha tenido claros y oscuros a lo largo de su gestión. Unos podrán decir que son más los oscuros, los tropiezos y la falta de resultados, que los aciertos y las metas alcanzadas casi al término de su gestión. Aunque no ha sido un camino fácil para Peña, y en ocasiones llegamos a pensar que el estado se venía por completo abajo, si hay algunos aspectos sumamente importantes y que se deben rescatar de su administración.

Durante la campaña de 2012, Peña Nieto no utilizó como bandera principal el tema del empleo. A pesar de no pronunciarse como su antecesor, quien dijo que sería el presidente del empleo, Peña si fue muy claro en su pronunciamiento en Villa Hermosa, Tabasco el día 14 de mayo de 2012. En un evento masivo en el parque Chamaco Leyva, Peña dijo lo siguiente:

“México no aguanta más seguir en esta condición de bajo empleo y de empleos mal remunerados, necesitamos nuevos y más empleos bien pagados. Es un proyecto que vengo encabezando e impulsando para que México esté mejor”.

Así como en el encuentro que sostuvo en el parque de la colonia Gaviotas, hubo otros más en los que fue muy preciso en el discurso, y visibilizó la problemática del empleo, asumiendo esa responsabilidad en cuanto llegará a la presidencia de la república.

Con la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo (PND), específicamente en la meta de un México Próspero, se le dio relevancia y cursos de acción al tema, fortaleciendo una vez más los valores de igualdad y justicia, que aparecían de manera transversal en todo el texto del PND. Algunas de las acciones que se llevarían a cabo con el objetivo de generar mejores condiciones para las familias mexicanas, fueron: fortalecimiento de la vinculación y colocación laboral, políticas activas de capacitación para el trabajo y en el trabajo, impulso de autoempleo en la formalidad, promoción y generación de competencias y empleabilidad, entre otras que se ubican en el objetivo 4.3 del documento.

Sin duda alguna existen muchas acciones planteadas en el PND que no fueron llevadas a cabo de la mejor manera. Incluso hay otras que prácticamente son letra muerta hasta el día de hoy.

Aquí surge la siguiente pregunta: ¿Funcionó la estrategia del gobierno federal en materia de generación de empleos?

Para respondernos, observemos los reportes del IMSS disponibles en los datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Así también, comparemos con los logros en la materia de administraciones anteriores, para hacer el juicio final y definamos el saldo de Peña en materia de generación de empleos.

Considerando el número de empleos permanentes y eventuales urbanos, la administración de Peña ha generado un total de 3, 733,000 empleos asegurados. En las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, las cifras fueron de 1,153,000 y 2, 253,000 respectivamente. Lo anterior, quiere decir que en lo que va del sexenio se ha generado un 223% más de empleos formales que en los 6 años de Fox y un 65% más que en la administración de Felipe Calderón Hinojosa. Incluso sumando el total de empleos formales en las dos administraciones anteriores, se obtuvieron 300,000 empleos menos que en la gestión de Peña, haciendo el corte a casi 10 semanas de que culmine su gobierno.

Estas cifras no quieren decir que sean nuevos empleos en su totalidad. Mucho tiene que ver los esfuerzos que se llevaron a cabo en la implementación de políticas públicas orientadas a la formalización laboral. En este sentido, mucho se debe reconocer al Instituto Mexicano del Seguro Social.

De lo anterior, pueden surgir muchas otras cosas que analizar, por ejemplo: el rezago en formalización laboral, calidad del trabajo, desigualdad en el ingreso, nivel de salarios, impacto de las reformas, entre otras cuestiones que más adelante iremos exponiendo para visibilizar los saldos de Peña.

Y créanme que no es mi intención buscarle cinco pies al gato, pero se vuelve muy difícil echar campanas al vuelo, cuando tenemos índices de desigualdad que duelen o un 43% de mexicanos en situación de pobreza. Definitivamente algo está fallando en materia de empleo, ya que cerca del 65% del ingreso total en los hogares de México, proviene del trabajo que desempeñamos todos los días. Si dicho ingreso no alcanza para cubrir las necesidades básicas, todavía hay una deuda por saldar.

Por el momento tenemos que reconocer que la estabilidad macroeconómica, las inversiones nacionales y extranjeras, pero sobre todo, la política de formalización laboral, arroja un SALDO POSITIVO en el número de plazas aseguradas ante el IMSS y es cierto que se rompieron varios records a lo largo de la gestión que está por concluir.

Aunque nadie lo dijo y nadie se lo esperaba, Enrique Peña tiene al empleo como bandera.

Mgter. Edgar Acosta Morteo